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por Sherif Awad
-Soy hija natural de un italiano inmigrante pero fui criada por la familia Pereyra Iraola, una de las familias patricias argentinas. Tengo hermanos y hermanas. Mi madre luego de criar a sus hijos finalmente se ha dedicado al arte y actualmente es directora de teatro alternativo en la ciudad de Buenos Aires.
-Fui a un colegio escocés: Sworn College; ya en ese momento, el arte era muy importante para mí y el colegio lo noto. Hacíamos obras en inglés y leíamos muchísimo autores como Shakespeare, Wilde, Twain, cuentos como Alicia en el País de las Maravillas, o los de terror de Poe.
-Vivien Leigh, es como mi modelo fundamental. Jorge Donn, el bailarín más expresivo, y fui y soy un adicta a la televisión. Me parece la magia hecha realidad. Amo el humor, los programas de humor de todos los tiempos, pero también las novelas de formato diario que te permiten soñar y viajar en la imaginación. Yo prefería quedarme en casa y ver la tele, o ir al cine sola, eso lo hice mucho a los 11, 12 o 13 años. Los ciclos de cine nacional en la televisión pública que proyectaron las películas de los años del cine dorado de la Argentina, bien elegidos y programados pudieron conmoverme hasta las lágrimas. Me gustaron siempre y aún hoy, los personajes fuertes con ideas firmes que se traducen en los grandes clásicos por sus mensajes inamovibles.
-Ser artista es un camino que nunca termina. Te formas en cada momento de tu vida con el maestro que el lugar en donde estás te permite, pero también para el que estás preparado. Siento que mi gran maestro fue Julio Chávez con quien tuve el honor de aprender la parte más importante de la profesión que no solo es la técnica específica para los distintos géneros y situaciones, sino los valores que este maravilloso oficio requiere. Y mi otro maestro muy importante fue Israel Adrián Caetano, que me transmitió el camino de cómo sobrepasar las dificultades cuando no hay posibilidades o recursos.
-Sí, estoy satisfecha con el ahora, las puertas y ventanas se abren y veo un largo camino para recorrer. Estoy andando. Deseo ser la mejor artista que pueda ser y si eso incluye el mundo, estoy dispuesta.
-Hay grandes artistas mujeres y de género X que aún necesitan tener su lugar, abrir camino, hay mucho lenguaje aún desconocido que debe ser descubierto. El mundo evoluciona cada día, el arte igual. En lo particular, mi desafío es que no me vean solo por el aspecto físico y sobrepasen eso para ver todo lo que hay detrás, la formación, la inquietud, la curiosidad y el lenguaje que hay cuando se poner el cuerpo al servicio de la interpretación. Los productores en Argentina muchas veces quieren ir a los seguro, les cuesta la composición, el trabajo de investigación, la libertad, es un gran riesgo pero la historia dice que de esos riesgos salieron las mejores obras, las mejores interpretaciones.
-Los artistas argentinos son conmovedores, avanzan y avanzan cueste lo que cueste. Comparado con otras partes del mundo donde hay muchos más recursos que acá, somos como un diamante en bruto, aún hay tanto para hacer para descubrir, para contar, en todas las áreas. Las producciones locales tienen talento por donde se lo mire. Tenemos muchas cosas que solucionar, prioridades, pero cuando nos unimos para contar cuentos, Dios, que gloria. Me da la sensación que en el formato audiovisual hay una especie de confusión sobre que es lo que le gusta actualmente a la audiencia tan segmentada en distintas capas, pero si se le da un vistazo a artistas emergentes tal vez se encuentren más posibilidades. A mi me cuesta que me den oportunidades, a veces hay muchos prejuicios.
-Busco esa parte de mi. Trabajé muchos años abriendo el abanico de posibilidades dentro de mi. Y cuando lo encuentro, lo coloreo con otros colores y opciones. Impresiones, modelos, imágenes, personajes, películas, todo eso. Yo soy bailarina, pongo el cuerpo. Me ha pasado que un personaje se me meta tanto en la piel que me ha costado salir y regresar a mi. Sueño con él, sus sueños y empiezo a construir una realidad paralela. Tengo que tener mucho cuidado con eso. Siempre me estoy chequeando con mis seres queridos.
Voy a hacer de Mary Poppins para la escuela de Arte de Laura Fidalgo, tengo el rol principal y eso me tiene muy entusiasmada y comprometida. Ese fue el papel que hice por primera vez. Mi primer película “Contra viento y tormentas”, la escribí en el taller de cine de Celina Murga y Juan Villegas. También tengo un proyecto de animación. Pero mi prioridad es la actuación. Cuando estoy actuando no hay otra cosa.