por Sherif Awad
-Yo nací en Tarragona, vengo de una familia humilde. Mi padre jamás tuvo relación con el mundo artístico, en cambio mi madre cuando era muy jovencita cantaba en la radio, y aunque no dejó se ser una etapa corta en su vida siempre tuvo pasión por el arte.
Ya desde bien pequeña mi madre procuró que yo tuviera formación en baile y aprendí a tocar el teclado, con ocho años rodé mi primer anuncio de publicidad en la ciudad de Barcelona, pero al estar a 100 km de Reus, ciudad dónde he residido en mi infancia y tener que faltar todo el día de colegio para hacer un casting no era algo que le entusiasmara a mi padre y finalmente dejamos de acudir a las agencias. Cuando tenía catorce años tuve la oportunidad de escribir, dirigir e interpretar en el teatro del instituto una función, aquel año se celebraba en la ciudad la concienciación entre la juventud tanto del preservativo como medida de protección como el No a las drogas, así que en una iniciativa con el ayuntamiento me puse manos a la obra y aporté mi granito de arena con una función de teatro que hablase de las consecuencias que tenían ambas cosas. Fue en aquel mes de Junio, al finalizar primero de Bachiller cuando en el pequeño teatro del Instituto Salvador Villaseca decidí que no quería hacer otra cosa en mi vida. De ahí nació mi lucha por conseguir mi objetivo.
-Es difícil decir que mis modelos nacieron en mi infancia y adolescencia, quizá en mi caso empezaron a definirse casi acabando la adolescencia cuando tomé rumbo de mi vida, pero si tenía alguno claro está. De pequeña siempre estaba haciendo comedia, y Lina Morgan era mi referente, Rocío Dúrcal mi cantante, cantaba e interpretaba todas sus películas. Ya cuando empecé a ver cine que yo decidía Carmen Maura era mi actriz favorita, de hecho sigue siendo una de ellas, siempre soñé en trabajar a su lado algún día. De teatro no puedo decir nada, la primera función de teatro que pude ver fue ya pasados los veinte años cuando residía y estudiaba interpretación en Barcelona.
-Pues yo tengo un lema, “el actor nace, pero al actor hay que pulirlo”, te explicaré porque de este pensamiento. Cuando llegué a Barcelona con diecinueve años para poder estudiar interpretación, quería comerme el mundo, es más, estaba convencida que me lo iba a comer. Hice la prueba de admisión en una escuela de cine, me busqué un piso dónde vivir y busqué trabajo allí para instalarme y no viajar a diario hasta Reus.
Todo iba bien, aprendí mucho y con el paso del tiempo durante tres años de carrera me di cuenta que al llegar allí no tenía ni idea de nada, por no saber no sabía ni hablar, mi profesora de dicción tuvo mucho trabajo conmigo. Aprendí a hablar correctamente, a quitarme el acento y ser completamente neutral, las clases de cuerpo me aportaron muchísimo, aprendí a respirar para no ahogarme en medio de un texto. En definitiva, me di cuenta en mi caso por lo menos, que me hacía falta esa formación, ese aprendizaje, de hecho, creo que un actor nunca deja de aprender y nunca debe dejar de hacerlo, aprender es una experiencia enriquecedora necesaria para el crecimiento en la profesión.
-Ahora mismo estoy en una etapa delicada, acabo de cumplir mis cuarenta años, y bueno, me baje del escenario hace mas de seis años, necesitaba interpretar el papel de mi vida, ser madre, y la vuelta se está alargando más de lo que yo esperaba, pero también el sector interfiere en eso. Estos años me he dedicado a parte de trabajar en cosas ajenas al sector a mi otra pasión, escribir, tengo algunos proyectos ya terminados a falta de buscarle salida, o eso espero, no quiero que se queden en un cajón de por vida. En referencia a la interpretación, tengo un mono horrible, he estado haciendo animación infantil estos años, porque me gusta y me ayuda a seguir en activo, pero no voy a engañarte, sueño con una serie de televisión o una película, eso estaría genial.
Yo no necesito alcanzar el estrellato en todo el mundo, no negaré que sería increíble, pero me basta con poder vivir de mi carrera que hasta ahora no ha sido posible.
-Pues afortunadamente ya menos que hace una década. Y muchos menos que hace dos, pero aún queda mucha lucha, está claro que en el sector todavía no se le da a la mujer la misma oportunidad, pero yo pienso que vamos en la línea correcta, y hoy en día hay muchas plataformas que ayudan a cambiar o a luchar para cambiar eso. Quizá en mi caso ahora mismo me encuentro más con el inconveniente de mi edad que del género.
-España es un país que tiene una cultura preciosa, a mi parecer un cine muy bueno y cada vez mejor. En mi humilde opinión en España el problema que hay no es la falta de variedad y calidad del arte, sino lo poco valorado que está a nivel político. La cultura para los políticos no es importante, y creo que se equivocan, se debería invertir mas en cultura, bueno, cultura, educación y sanidad, y no destinar fondos a otras cosas menos importantes.
-Creo que lo primero que se debe hacer, y es lo que yo hago o he hecho en el pasado es leer el libreto entero, ver el tema y el personaje por el cuál has sido seleccionado, eso es esencial para saber si es interesante el proyecto, que te va a aportar a ti y si merece la pena. Una vez sabes que es un proyecto que tiene una buena salida ves si el personaje se adapta a ti y puedes llevarlo a cabo, es lo que yo digo estudiar el personaje, aprendes como es, como siente, como se mueve y que objetivo tiene. Una vez que sabes que puedes abordarlo en mi caso me grabo todo el texto y lo aprendo escuchándolo, es como una lectura dramatizada constantemente en mis oídos, eso me ayuda.
-“Diario de Moscú”, estuvimos en cartel del teatro Arenal durante algunos meses, Tuve compañeros como Josep Linuesa, Vicente Gil y Álvaro de Juan que me arroparon mucho, junto con el director Pep Guinyol. Fue una experiencia muy corta porque Álvaro tenía otro proyecto de teatro y Josep una serie de tv y no pudimos continuar pese a que nos lo ofrecieron.La experiencia fue muy gratificante y me hizo crecer profesionalmente, y sobre todo me hizo sentirme viva.
-Pues si, y no, es difícil, el tema de casting a veces te proporciona ganas de tirar la toalla, en mi caso a veces voy muy perdida. Ves que empiezan a hacerse proyecto, envías el material pero la mayoría de ocasiones no tienes la oportunidad ni de hacer el casting, eso desalienta mucho. Hoy en día el hecho de enviar el material vía email ha proporcionado una ventaja y una desventaja, ventaja de que puedas acceder a un envío superior, pero al mismo tiempo también directores de casting reciben una cantidad de material muy superior. Yo recuerdo mis inicios, como recién llegada a Madrid, cuando entregaba en mano mi videobook en VHS, posteriormente ya en DVD, pero por lo menos llegabas a la productora y preguntabas por el director de casting, algunos te recibían, otras ocasiones no pasabas de la ayudante o secretaria, pero sabías que lo habías entregado, ahora tienes la incertidumbre de que tu email haya sido visto o se haya quedado en spam, o por el contrario haya acabado en la papelera.
-Para los recién llegados, debe tener paciencia, tenacidad y pasión. Es un mundo complicado, demasiado y en ocasiones hasta desesperante, pero yo soy partidaria de intentarlo, en mi caso prefiero fracasar una y otra vez a llegar a ser viejita y echarme en cara no haberlo intentado.
-En este momento tengo una función de teatro escrita, una comedia, la empecé en el embarazo de mi hijo y por fin está en buenas manos, me gustaría que viera la luz en algún momento, ya que creo que en los tiempos que corren lo que necesita el público es reír. Y estoy escribiendo una serie de ficción, aún no puedo decir que será de ella porque me queda mucho trabajo. Y como actriz, actualmente no tengo ningún proyecto, pero confío que pronto cambien las cosas y alguien apueste por verme, luego el convencerle corre por mi cuenta.