Por Sherif Awad
-Nací en Bilbao el 17 de julio de 1993. Soy la pequeña de tres hermanas. Desde pequeña, siempre me ha encantado ponerme en la piel de otras personas, inventarme personajes y hacer imitaciones. Recuerdo hacer actuaciones, cantando y actuando para mi familia. Con dos amigas del colegio, inventaba guiones de teatro y canciones para después interpretarlos. Disfrutaba muchísimo de actuar, imaginándome que tenía otras vidas, en otros tiempos y lugares. Me encantaba ir a ver obras de teatro y musicales. A los 14 años me animé a apuntarme a clases de teatro con una amiga. Me parecía otro mundo conocer a personas a las que les gustara tanto como a mí actuar. Me gustó tanto, que seguí recibiendo clases durante 14 años y no me he despegado nunca de la interpretación.
-En mi infancia y adolescencia, cuando veía películas, recuerdo me fijaba muchísimo en la interpretación de Meryl Streep, Johnny Depp o Christoph Waltz. Los admiraba entonces y los sigo admirando ahora. También me encantaba el estilo de Chaplin, que hizo que me enamorara del clown. Del cine español diría que mis modelos a seguir son Blanca Cuesta, Anna Castillo, Belén Rueda, Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre o Luis Tosar.
-Aprender teatro para mí siempre ha sido proceso muy satisfactorio. Aprender a trabajar en equipo, a comprender otras situaciones, vidas y caracteres, a descubrir partes de mí misma que no conocía, y, sobre todo, a escuchar. Además, he conocido personas maravillosas.
He aprendido mucho en todos estos años, y aún me queda muchísimo por aprender.
-Siempre es satisfactorio que te reconozcan por algo que haces y que además te apasiona, pero no busco el estrellato en todo el mundo. Creo que no es el tipo de vida que me gustaría llevar.
Sí, por supuesto, en el cine hay una desigualdad muy clara entre hombres y mujeres. Muchas directoras y dramaturgas están en la sombra. En cambio, en las áreas en las que siempre han trabajado mujeres, estas siguen siendo mayoría (maquillaje, vestuario y peluquería). Por no hablar de los presupuestos, que siempre son mucho mayores si la película está dirigida por un hombre. En mi opinión, hace falta más cine escrito y dirigido por mujeres. Las actrices a menudo sienten que tienen que hacer más esfuerzos para ser reconocidas, y más aún cuando no tienen la imagen que la sociedad considera atractiva para la gran pantalla.
-Ahora mismo estamos pasando por una etapa muy complicada e injusta. El Covid-19 ha perjudicado mucho la industria de las artes y el entretenimiento, y mucha gente de esta profesión no consigue recuperarse del duro golpe que ha supuesto. Es curioso ver cómo los teatros y las compañías están cancelando sus eventos por las medidas impuestas y en cambio, las terrazas de los bares están llenas cada día.
-Para nuevas obras, Suelo leer muchas veces el texto para entender cada matiz y me encanta probar diferentes maneras de interpretarlo hasta que doy con la que más me convence. Los ensayos me encantan, los disfruto muchísimo. Mi mayor logro artístico hasta ahora: El haber actuado en 50 teatros diferentes en el año 2016. Yo acababa de empezar a actuar con la compañía en la que estaba y para mí fue una experiencia inolvidable.
-Ahora que la situación del Covid-19 está más controlada, empiezo en un nuevo proyecto de teatro de Aintza Uriarte con otra compañera actriz, y continúo con los espectáculos de magia y teatro con el Mago Óliver. El 20 de julio actuamos en el Palacio Euskalduna de Bilbao.