por Sherif Awad
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Soy Carolina Curci, Artista Musical – Compositora y Escritora de Argentina
Mis primeros años de vida los pasé en un muy pequeño pueblo en la provincia de Chubut, Argentina, De padres médicos y con una fuerte tendencia científica, pero a la vez con una amplia sensibilidad artística, mi primer contacto con la música fue a través de la escucha de cuanto material apareciera a mi mano. Folklore, tango, pop, jazz, rock, música clásica. Estoy segura que debe haber también muchos más géneros que ahora no me acuerdo.
Años más tarde, y de vuelta a la capital de Argentina por cuestiones de salud de mi madre, tuve mi primer contacto con la música en primera persona. Mi tía y madrina empezó a enseñarme a tocar el piano. Me acuerdo todavía hoy como el tamaño de mis deditos era la mitad de una tecla del piano… Escalas ascendentes, descendentes… Y de a poquito, “Para Elisa” empezaba a sonar por ahí muy tímidamente.
Lo hermoso de la música es que a partir de ese momento empecé a tocar y sacar de oído cuanta canción me gustaba. Guitarra, piano, bajo, charango, ukelele… Todavía tengo un casette grabado con mis primeros intentos de tocar el piano de ese momento.
El canto vino después… Si bien siempre cantaba en todo momento que podía, no lo pensaba como algo para “hacer”. Fue muchos años más tarde, con mi hermana, quien también es cantante y artista, que comenzamos a tomar clases en conjunto. Aprendimos de todo, pero lo que más feliz me hizo en ese momento, fue aprender a cantar en armonía. ¡Suena tan lindo ese ensamble! Creo que ese momento fue clave para mí: quería hacer ésto. Quería cantar. La sensación de felicidad en ese ensamble, en esa perfecta combinación de sonidos, ese llenar el alma propia y proyectarla es un gran motor para seguir haciéndolo.
Paralelamente a ésto, cultivé durante mucho tiempo mi amor por la literatura y la poesía. Y, como no puede ser de otra forma, de la mano de esas artes, se precipitó sobre mí, otra de las grandes: el TEATRO. Casi sin darme cuenta, me estaban convocando para participar, haciendo música inicialmente, en una obra de teatro… En ese momento fue cuando terminó de consolidarse gran parte de mi identidad como artista… Me preguntaba, ¿cómo ponerme al servicio de transmitir un mensaje a través del arte?
Para mí la vida es así: es arte en sí misma, en cada cosa que hacemos.
Poder expresar mi ser a través de ella es algo que está desde siempre para mí, más o menos visible, pero siempre latiendo adentro mío.
-Todos tenemos modelos, es innegable. Puedo decir que durante mucho tiempo de mi vida escuché música clásica, rock nacional, pop. Y entre mis influencias más marcadas musicales, puedo decir que siempre tuve presentes a Serrat, Roxette, Spinetta, Gustavo Cerati, Génesis, Víctor Heredia, León Gieco, Queen, The Beatles, Elina Garanca, Elena Obratzova, Nightwish, Lacrimosa, Tina Turner, Pavarotti, músicas folklóricas del mundo… En fin, un sinnumero de artistas que seguramente no me voy a acordar ahora…
En campos no musicales, tengo que decir que me han atrapado los geniales textos de Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Alejandra Pizarnik, Fernando Peña, Octavio Paz, Alejandro Urdapilleta, Arthur Rimbaud, Alfred Jarry, Emily Dickinson, Shakespeare, Oscar Wilde, Federico García Lorca, Fernando Pessoa.
-En mi experiencia, y después de haber explorado tanto el ámbito de la educación privada como la formal, estudiar y aprender a ser artista es un camino sin vuelta atrás. Empezás a hacer tus primeras herramientas con el estudio… y después, de a poco, te vas dando cuenta que el artista es alguien que hace, que genera objetos de arte, que los plasma gracias a las herramientas con las que cuenta, pero también con lo que aprendió por el constante experimentar con ellas y tomar decisiones a cada paso que das.
Si querés ser artista, preparate para experimentar con el hecho artístico, preparate para meter las manos en la arcilla. Preparate para moldear tu obra. Preparate para transformar todas esas herramientas que tenés (que a veces vienen de un aprendizaje totalmente informal), hacer uso de ellas, y convertirlas en el canal de expresión de tu ser y de tu mensaje. No seas mezquino/a, buscá siempre el camino que haga que lo que hacés tenga sentido en el momento en que los estás haciendo. Elegí qué artista querés ser.
El artista es un experto en tomar decisiones; a veces muy meditadas, a veces intempestivas… A veces exitosas, a veces no. El camino del artista no es algo azaroso: es un camino de perseverancia hasta conseguir lo que nos hemos propuesto con el hecho artístico que queremos contar.
-Para mí es importante poder compartir mi arte masivamente. Es importante porque justamente, es eso lo que me gusta: contar un mensaje, que la emoción colme los sentidos de los espectadores y puedan llevarse algo que los invite a la reflexión, a la alegría, a la conexión con ellos mismos.
– Por supuesto, siempre hay desafíos de genero. Y si no los hubiera, los crearía. Soy sumamente inquieta y me gusta producir diferentes tipos de espectáculos, donde se puedan interrelacionar elementos artísticos de diferentes ramas.
Hoy por hoy, siento que hay un importante combate que librar: hay un descreimiento en el rol del artista y la “calidad” del arte. La masividad de artistas emergentes propulsada por el contexto de pandemia, ha promovido una carrera casi compulsiva de generación de contenidos, a veces con poco espíritu artístico, a veces con contenidos de gran valor, y de una competencia cuasi irracional en redes, donde la “calidad” de streamings y/o contenidos se vió fuertemente resentida, perdiéndose así muchos valiosos contenidos.
Entiendo que ésto ha sido parte de una nueva forma de expresar el arte, pero siento que el gran desafío de éste momento es generar valor artístico utilizando como impulso las herramientas que ésta era nos está mostrando.
-Desde mi óptica, hoy por hoy Argentina está pasando por un momento importante de crisis en lo que respecta a la industria de las artes.
Los espacios culturales y de arte, han debido en muchos casos, cerrar por la situación de la pandemia, limitándose mucho el campo de acción para la expresión a una constante insistencia en trabajar contenidos a través de las redes y el streaming, como así también en otros formatos que no implican presencialidad. Lamentablemente, no tienen el mismo éxito que los eventos presenciales.
Por otro lado, los planes de reapertura parcial de teatros y espacios de arte, donde se plantea la posibilidad de asistir a los espacios con un 30% del aforo como únicos espectadores, limita considerablemente las posibilidades de manutención de los mismos. De hecho, muchos espacios culturales del arte emergente han debido cerrar sus puertas por ser imposible sostener económicamente los lugares.
Por otra parte, y en lo que refiere a la profusión de contenidos digitales, los mismos no se encuentran al alcance de toda la población, puesto que los servicios de internet muchas veces son deficientes en cuanto a ancho de banda y no son de libre acceso popular. Ésto limita enormemente el alcance de los contenidos.
-Desde el principio, mi lema es observar con atención y escuchar las propuestas lo más atentamente posible para entender qué le puedo aportar a las obras para que el resultado resulte enriquecido y se pueda construir en un espacio colaborativo. A veces, es más nutritiva una muy pequeña intervención que una grande, mientras que hay casos en donde el abordaje es más en torno a construir la columna vertebral de un espectáculo para que su sentido, su mensaje, pueda salir a la luz y presentarse de la mejor manera al público.
-Cada una de las cosas que hice tuvo sus cosas hermosas y obviamente su contraparte. Sin embargo, hay dos de mis trabajos que realmente siento fueron un gran logro en cuanto a crecimiento artístico como así también en el significado para quienes tuvieron la oportunidad de verlos.
Uno de ellos es mi espectáculo: “ECLECTICAS, Homenaje al Rock Nacional”. El espectáculo fue declarado de Interés Cultural por parte del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y exploró toda la historia del rock nacional en Argentina, sus influencias, sus comienzos, con un relato ameno e hilvanado por canciones y obras de plástica, con la finalidad de poner en valor todo el acervo cultural de éste género musical.
El otro que considero ha sido un gran logro artistico, es la obra de teatro “HIJO DEL CAMPO”, que me contó como intérprete, compositora y actriz en escena. Esta obra fue nominada como Mejor Obra de Teatro Alternativo en los premios Estrella de Mar 2018. Es una obra sensible, donde la música y el guión se van entretejiendo para llevar al máximo la sensibilidad de la historia.
Más allá del reconocimiento de los medios, siento que ésta obra, en cada una de las funciones de sus 5 temporadas, me brindó algo maravilloso: la oportunidad de disolver el velo existente entre espectador y artista.
–Hoy por hoy existen oportunidades, aunque muchas son no remuneradas.
En mi caso en particular, las propuestas surgen a través de distintos canales electrónicos y/o por recomendaciones y referencias de obras y trabajos anteriores.
En lo particular es para mí sumamente estimulante la creación, producción y gestión de proyectos autogestivos con grupos artísticos interdisciplinarios, donde la proactividad y la innovación sean la mayor apuesta conjunta.
-Actualmente me encuentro realizando mis propias composiciones y letras, siempre basadas en algún mensaje puntual que quiero transmitir.
Lo mismo sucede en cuanto a la selección de canciones para la realización de arreglos y/o versiones de las mismas.
Me parece sumamente importante que el cantante, y más cuando está interpretando obras de otros artistas, pueda impregnar de su impronta las mismas: entiendo que eso le da la resignificación y el sentido a realizarlas.
Mis temas más recurrentes exploran un amplio espectro: desde la espiritualidad y la propia aceptación, pasando por el amor y su descubrimiento, hasta el despertar social y político de las personas. Mis letras suelen tener muchos contenidos compartidos con el surrealismo y otras corrientes literarias. Mi propia escritura poética encuentra su espejo expresivo en cada una de mis composiciones.
-Mi consejo especialmente a las nuevas artistas:
Compañeras: sean libres. Alimenten su mente y su cuerpo con sabiduría. Sepan escucharlos. Mediten. Aprendan a conectarse con su propia verdad, no la impuesta. Pongan los pies descalzos en la tierra y el pasto húmedos, cierren los ojos, y encuentrense consigo mismas. Permitanle a su ser expresarse, hacerse oir. No importa si es un grito gutural, desprolijo: denle voz a lo que sienten, a lo que son. Que su verdad salga hacia afuera. Permitanse ser plenas y felices. Nunca resignen sus sueños: que la persistencia sea su bandera.
Respeten a sus vínculos. Respeten su propio proceso y el de los demás.La belleza larga y duradera viene de la integración profunda y el propio autorrespeto por nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, unidos. Esta integración, y la honestidad más cruda, son los pilares básicos de un magnetismo irresistible: la certeza de ser ustedes mismas.
Jamás se rindan. Jamás resignen su esencia, su ser. La mejor forma de lograr nuestros sueños, es insistir, aún cuando hemos fracasado cien veces.
Y, si deciden hacerlo, si se eligen a ustedes y a su obra, siempre traten de disfrutar el proceso. El final del camino es efímero, pero el camino en sí mismo, es toda nuestra vida.
Actualmente me encuentro componiendo mi quinto disco musical, y a la vez, segundo disco solista, “SEÑORA NARDA”, realizado en colaboración con el dramaturgo y director de teatro Martín Marcou.
También me encuentro ensayando la obra “RASGO PERSONAL”, segunda parte de la trilogía que comenzó con la obra “HIJO DEL CAMPO” y gestando lo que será la nueva entrega del ciclo “ENCUENTROS”, que procura fomentar espectáculos con cantautores de distintos estilos y perfiles a fin de compartir y abrir un lugar en el espacio-tiempo capaz de disolver la diferencia entre espectadores y artistas, fundiéndolos en uno.
Les comparto un link donde podrán encontrar fotografías para incluir. Por favor, si es posible, incluir el nombre del fotógrafo de las mismas.
