Hola MeetingVenus.com,
Desde que recuerdo, siempre quise actriz. El tiempo volaba cuando jugaba a interpretar los personajes de las películas de Disney. Hacía todos, los de princesa y los de malvada (esos eran los más divertidos)
A medida que fui creciendo, fui dando forma a ese sueño en mi mente y a los 15 años comencé en una Compañía de Teatro.
Durante un tiempo me alejé de la interpretación, pero cuando volví a ella, me di cuenta de que todos esos años había vivido como media yo, no yo completa…. y en ese instante decidí que ya no iba a dejarla nunca más….y hasta ahora.
Cuando era pequeña vi una película “La Decisión de Sophie” y una Meryl Streep me atrapó. Aún me tiene atrapada.
También recuerdo que de niña me encantaban las películas antiguas de Rita Hayworth, me parecía una mujer poderosa, con esos andares y esa presencia.
Para empezar creo que son dos cosas distintas. Puedes estudiar interpretación, o danza, o dirección cinematográfica, pero aprender a ser artista también implica que sepas que entras en una industria como cualquier otra y que como tal, tienes sus reglas, sus estrategias y tú tienes que ser una jugadora activa.
-No, nunca lo ha sido pero porque yo tengo un puntito conservador y no me gusta llamar la atención en exceso. Sin embargo, me gustaría que mi trabajo dejara huella, que sirviera para algo. Y para que llegue al máximo de personas posibles tienes que ser conocida así que…
Pero por ejemplo, ganando un Goya sería feliz, no necesito ganar un Óscar.
Por supuesto, como en toda la sociedad. En el caso de la interpretación, un 70% de las personas que quieren ser actores o actrices, son mujeres y, sin embargo, en el cine, el 80% de los papeles son masculinos. Así que tenemos a un 70% peleando por un 20% y a un 30% peleando por un 80%…. La desigualdad es claramente palpable.
La única forma de “curar” esto es que haya más mujeres con poder de decisión en la industria para que puedan crear, de manera natural, espacio para más mujeres. Necesitamos que más productoras, directoras de Cine, fotógrafas, guionistas mujeres, etc. tengan la oportunidad de trabajar y mostrar su punto de vista, contar las historias, qué quieran y cómo quieran.
La pandemia suspendió muchísimos proyectos y ahora se están retomando poco a poco. También es cierto, que la pandemia provocó un aumento de la demanda de streaming y por lo tanto desde plataformas como Netflix se ofrece más trabajo.
Las salas de teatro se han llenado en los últimos meses pero hay que tener en cuenta que el aforo se había reducido y que era prácticamente lo único que había abierto de ocio durante el toque de queda. Aun así, se vio un aumento de asistencia y espero que eso sirva para que las personas que nunca habían ido al teatro, le hayan cogido el gustito y algunas se queden.
Concretamente en España, la industria del Cine está infravalorada. Debería haber mucha más inversión privada porque un producto como una película no solamente puede ser muy rentable a nivel monetario, sino a nivel cultural, su valor es inestimable. Pero desgraciadamente, de momento, las inversiones son públicas y no hay subvenciones para todos…
Primero las leo enteras para ver qué me inspira de la historia. Luego hago un análisis del personaje, uso mucho el eneagrama para ello además de otras técnicas.
Me aprendo el texto para poder jugarlo y… Juego, juego y juego hasta que lo interiorizo.
A nivel profesional creo que mi papel en El Inocente de Netflix, por el recorrido que está teniendo la serie, puede ser el más importante. Pero a nivel personal, fue la primera vez que pisé un teatro en condiciones y gané mi primer dinero trabajando como actriz, tenía 16 años.
Considero que en un casting, y, por lo tanto, en el negocio, el talento es simplemente una variable de la ecuación y ni siquiera es la más importante. Hay una barbaridad de variables más que hacen que esa ecuación sea difícil de lograr e incluso de entender: la capacidad para hacer contactos, saber darle visibilidad a tu trabajo, la capacidad para trabajar en equipo, el control del estrés, el físico…incluso la suerte es una variable, aunque he llegado a la conclusión que es de las que menos importan.
En definitiva, un casting es duro. Te la juegas en media hora y cada vez que pretendes trabajar. No se me ocurre ahora ningún otro trabajo en el que para trabajar, aunque sea un solo día, tengas que hacer un examen. Y así cada vez. Ojalá hubiera otra forma de hacerlo.
Mi mayor logro artístico es haber decidido que dejaba mi trabajo anterior para centrarme en la interpretación y haber conseguido lo que me proponía, paso a paso.
Creo que después de un largo día de responsabilidades lo que hay es que sentirse satisfechas de cómo has decidido invertir tu tiempo. A mí me da igual si llego cansada y despeinada a casa, lo importante es acostarme y pensar: hoy ha sido un buen día, he podido dedicar la mayor parte de mi tiempo a lo que me apasiona.
Cuando te sientes bien contigo misma, lo que crean los demás, es secundario.
Mi consejo es que no piensen que el talento lo es todo. Que sean consciente de que entran en un mercado, en una industria, que ellos son como empresas que dan un servicio artístico y, como tal, deben hacerse unas preguntas básicas como, qué es lo que los diferencia de los demás, qué ofrecen que es diferente, a quién quieren que su trabajo ayude, cómo van a hacer que esas personas los encuentren, quién les puede ayudar a ser encontrados, cuánto están dispuestos a invertir en tiempo, dinero y energía y qué es lo que quieren lograr a cambio,…
Siempre digo que no se trata de seguir el camino trazado por otros, ese es el que siguieron otros, con sus circunstancias, tú tienes que crear el tuyo propio. Basado en ti, en lo que se te da bien y en lo que va en tu contra, para darle la vuelta. Un camino donde hagas lo que realmente te apasiona para que mientras lo transites también disfrutes. Un camino que esté alineado con tu propósito en la vida: ¿para qué quieres ser artista? ¿Qué huellas quieres dejar?
Al final, no se trata de crear un proyecto brillante, se trata de diseñar un proyecto donde brilles TÚ
Hace unos meses se terminó de grabar la primera temporada de una serie que aún no ha sido estrenada en Netflix y espero que pronto comience a rodarse la segunda temporada.
Por otra parte, estoy produciendo un cortometraje que rodé hace un año y que me hace mucha ilusión hacer realidad.
En Teatro estoy en plenos ensayos de la segunda parte de La Coach, la cual esperamos estrenar en diciembre.
También he terminado, hace muy poco, de escribir mi primera obra de teatro. Espero poder ponerme con ella pronto.
Por último, paralelamente tengo mi proyecto margen con el cual ayudo a mujeres que siempre soñaron con hacer cine, pero que trabajan en algo que no tiene nada que ver, a diseñar un estrategia empresarial que les permita dedicarse a lo que realmente les apasiona en el menor tiempo posible.